El efecto Mozart no existe
En 1993, el físico Gordon Shaw y la psicóloga Frances Rauscher, de la Universidad de California Irvine, estudiaron el efecto que tenía escuchar los 10 primeros minutos de la Sonata para dos Pianos en Re Mayor de Wolfgang Amadeus Mozart en una treintena de estudiantes.
Observaron que, después de la escucha, los alumnos mejoraban en los tests de capacidad de razonamiento espacial y acabaron estableciendo una relación positiva entre música e inteligencia que el tiempo y los medios de comunicación han acabado convirtiendo en negocio.
Diecisiete años después, un equipo de investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Viena desmonta la teoría en la publicación norteamericana Intelligence. El efecto Mozart no existe. Escuchar música clásica no hace a nadie más listo. Escuchar heavy, rap o blues tampoco.
Lo que sí admiten los científicos es que "una persona rinde más si tiene un estímulo". O eso explicó hace unos días Jakob Pietschnig, director del informe vienés, a la agencia France Presse (AFP).
Jakob Pietschnig, Martin Voracek y Anton K. Formann basan sus conclusiones en el análisis de unos 40 estudios independientes y unas cuantas tesis académicas que recopilan datos de unos 3.000 participantes. Ninguno prueba "el efecto Mozart", dicen. "Recomiendo a todo el mundo escuchar a Mozart, aunque eso no vaya a aumentar sus capacidades cognitivas, como algunos esperan", insistía Pietschnig.
Los investigadores vieneses tampoco son los primeros en querer desmitificar el efecto de la música del compositor austríaco. De hecho, según la nota de prensa difundida por la Universidad para informar sobre el estudio, el efecto Mozart figura en sexto lugar entre los mitos descritos por el psicólogo Scott E. Lilienfeld en el libro 50 Great Myths of Popular Psychology (50 grandes mitos de la psicología popular).
Eso es puro mito, no es realidad
ResponderEliminarAsí es!
ResponderEliminarEs un mito pero puede ser real
ResponderEliminarPara mi si
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